TERMALISMO
El termalismo, también conocido como balneoterapia, es una práctica ancestral que aprovecha las propiedades terapéuticas de las aguas termales y el vapor natural mineromedicinal para promover la salud y el bienestar.
Estas aguas, que emergen a temperaturas superiores a las de la superficie terrestre, están enriquecidas con minerales como azufre, calcio, magnesio y sodio, confiriéndoles propiedades terapéuticas específicas.
Beneficios para la salud
Analgesia y relajación muscular
Induce vasodilatación periférica, mejorando la oxigenación tisular y promoviendo la relajación muscular.
Mejora de la circulación sanguínea
El calor provoca una vasodilatación que facilita el flujo sanguíneo, optimizando la distribución de nutrientes y oxígeno a los tejidos. Es útil en la rehabilitación de lesiones y en la reducción de edemas.
Beneficios dermatológicos
Las aguas ricas en azufre han demostrado eficacia en el tratamiento de afecciones cutáneas como psoriasis, dermatitis y acné, debido a sus propiedades queratolíticas y antibacterianas.
Efectos sobre el sistema nervioso
Contribuye a la disminución de los niveles de cortisol, hormona relacionada con el estrés, promoviendo un estado de relajación y bienestar mental. Además, la flotabilidad en el agua reduce la carga sobre el sistema musculoesquelético, proporcionando alivio en casos de tensión y fatiga.